El futuro siente celos
y la ventana se empaña
porque subo a la montaña
de tu amor a ver el cielo.
Como el niño que se extraña
cuando dulcemente a gritos
se derrumban las pestañas
y aparece el infinito.

Ya nos dieron por perdidos
y nos hemos encontrado;
frente a ti me he desvestido
de los pesos del pasado.
En la era del derroche
y aunque fuera todo es ruido
todavía cada noche
somos dos en un latido.

De tu mano mi esperanza
gira sobre una baldosa
con el mundo en una danza
que acelera peligrosa.
En un tiempo que no alcanza
a entregar lo prometido
todavía la añoranza
de las cosas que no han sido.

Ya nos dieron por perdidos
y nos hemos encontrado;
frente a ti me he desvestido
de los pesos del pasado.
En la era del derroche
y aunque fuera todo es ruido
todavía cada noche
somos dos en un latido.