Adiós, mi corazón de veinte años,
adiós si ya no he de volver.

Adiós, barrio querido de mis padres,
calles de todo lo que fue.

Como si el alma fuera una canción sencilla
que sigue sonando al marchar;
una luciérnaga que en el recuerdo brilla
y el tiempo no puede apagar.

Adiós, limpios amores para siempre;
adiós, nobles amigos de verdad.

Adiós, loca ilusión, todo pendiente;
adiós, tiempo infinito por llegar.

Como si el alma fuera una canción sencilla
que sigue sonando al marchar;
una luciérnaga que en el recuerdo brilla
y el tiempo no puede apagar.