Escorpio con su cruz
de estrellas sobre el mar
parece señalar
la costa de la luz.

Hay en el cielo un lienzo
y tu lápiz de carmín
puede trazar por fin
la línea del comienzo.

Somos el colibrí
que nunca toma aliento,
hemos llegado aquí
por abrazar el viento.


El mundo que vendrá
no encontrará testigo
pero esta noche ya
siempre estaré contigo;

en este tiempo cierto
rodeado del azar,
en el azul del mar
donde se olvida el puerto.

Siempre tendrás en mí
el hambre y el sustento,
los hombres que no fuí
pero esta noche siento.