Era la suerte por empeño,
cargar un sueño en las ojeras.
Era apostar al porvenir
en el azar de las aceras.
Con la mirada del hambriento
dar alimento a la quimera
que devoró con avidez
lo que nos dio la primavera
en los benditos años diez.

Guardar la playa en el bolsillo,
bajar al bloc de notas
el horizonte azul de las gaviotas.
Llevar el mar en los tobillos
y al hombro la fortuna.
Ver lo que ven los gatos en la luna.

Era juntarnos en ayunas
para beber de la belleza
y al despedirnos la certeza
de que el futuro nos reúna.
Era vaquera con pitillos,
un estribillo en la cabeza
y esa nostalgia que, oportuna,
me camuflaba la tristeza.

Guardar la playa en el bolsillo,
bajar al bloc de notas
el horizonte azul de las gaviotas.
Llevar el mar en los tobillos
y al hombro la fortuna.
Ver lo que ven los gatos en la luna.

Guardar la playa en el bolsillo,
bajar al bloc de notas
el horizonte azul de las gaviotas.
Llevar el mar en los tobillos
y al hombro la fortuna.
Ver lo que ven los gatos en la luna.