Cuando te vas de casa
ya no acompasa
nuestro reloj la realidad.
Mi dignidad fracasa;
te espera y pasa
como el domingo en la ciudad.
Del Berlín al vermú
de Casa Emilio
pasear la soledad
por los bares de menú
ofrece auxilio
de tu ausencia y mi ansiedad.
Cuando tu amor regresa
pide promesas
firma su acuerdo de verdad.
Sirve con sed traviesa
mi copa y besa
cada argumento a la mitad.
Del Berlín al vermú
de Casa Emilio
compartir la soledad
por los bares de menú
nos reconcilia
cura la complicidad.